Al hablar de los edificios más destacados de Motril, uno piensa de inmediato en la Casa de la Palma. Este imponente edificio es actualmente un centro cultural que alberga la sede de la UNED, la Biblioteca Pública Municipal y el Archivo Municipal de Motril. También alberga el Museo Preindustrial de la Caña de Azúcar, que muestra la rica historia de la producción de azúcar en la ciudad. Pero más allá de sus usos actuales, la Casa de la Palma tiene una historia destacada, que se remonta al siglo XVI, influenciada por la industria azucarera y los eventos históricos ocurridos en la región.
El origen de la Casa de la Palma está estrechamente ligado a la industria azucarera de Motril. En el siglo XVI, en las afueras de la ciudad, Jerónimo Cebtini, un morisco, construyó una casa y montó un ingenio azucarero. Este fue uno de los once molinos de Motril y fue una parte esencial de la economía local, ya que la producción de azúcar era uno de los principales motores económicos de la región.
Tras las revueltas moriscas y la expulsión de los moriscos en 1570, la Corona confiscó los bienes de los moriscos, incluidos los ingenios azucareros. El ingenio de Jerónimo Cebtini pasó a manos de la Corona, y fue subastado en 1579 a Juan de Deza. Posteriormente, Lucas Palma, un comerciante genovés adquirió la propiedad. A partir de este momento, el edificio y sus terrenos fueron conocidos como la Casa de la Palma, en honor a su nuevo propietario.
La Casa de la Palma pasó por diversas manos en varias ocasiones a lo largo de los siglos. A mediados del siglo XVII, pasó a ser propiedad de la familia Victoria, quienes residieron allí hasta mediados del siglo XIX. Durante este período, la casa se amplió y reformó. Una de las adiciones más destacadas fue un torreón del reloj que se construyó en la fachada central a mediados del siglo XIX, lo que dio lugar a su nombre popular de “Casa del Reloj de Victoria”.
Este torreón se convirtió en el símbolo del edificio, y la Casa de la Palma adoptó un carácter aristocrático gracias a su gran tamaño y diseño arquitectónico. La estructura del edificio sigue siendo imponente, con su forma en “U” que enmarca un gran patio central, y varios cuerpos adosados a la parte trasera del edificio. Estos anexos, que en su día sirvieron como almacenes, caballerizas y viviendas de los sirvientes, ahora forman parte del complejo cultural que alberga la Casa de la Palma. El interior también cuenta con un jardín con ejemplares de plantas y árboles traídos de América y aclimatados aquí hace más de cien años.
La Casa de la Palma también tiene una importante relación con la historia militar de la región. Durante la invasión francesa a principios del siglo XIX, específicamente entre los años 1810 y 1812, Motril fue un punto estratégico clave para el ejército invasor, que controlaba toda la Costa y la Alpujarra. Durante este período, la Casa de la Palma fue utilizada como prisión para los hombres capturados durante la ocupación.
En el interior de la Casa de la Palma se encuentra un apacible jardín que invita al descanso. Accesible tanto desde las salas del edificio como desde el Museo Preindustrial de la Caña de Azúcar, este jardín está adornado por una imponente palmera que lo corona, dándole un toque único. El espacio está distribuido en dos niveles, con diversas macetas que albergan una variada selección de plantas que le aportan color y frescura. La distribución de las especies vegetales mantiene el carácter del patio original, como fue diseñado por la familia Palanco Burgos, antiguos propietarios del edificio.
En este pequeño oasis de la Casa de la Palma, los visitantes pueden descansar en los bancos, admirar las flores y relajarse mientras leer un libro o simplemente disfrutar de la serenidad del lugar. Sin duda, el jardín es un complemento perfecto para la visita al edificio y sus museos: un viaje completo a través de la historia, la cultura y la naturaleza.
Hoy en día, la Casa de la Palma ha sido restaurada y transformada en un centro cultural con diversas actividades y servicios para la comunidad. Entre otros, alberga el Museo Preindustrial de la Caña de Azúcar, el campus de la UNED en Motril, la Biblioteca Pública Municipal y el Archivo Municipal de la ciudad. Estos espacios culturales permiten a los residentes y visitantes de la ciudad acceder a diferentes recursos de educación y cultura.
En sus instalaciones también se encuentran dos espacios dedicados a la cultura y las exposiciones: la Sala de Exposiciones "Pedro Victoria" y la Sala de Actos "Francisco Palanco". Estas salas albergan exposiciones temporales, conferencias, presentaciones y otros eventos culturales que permiten a la comunidad disfrutar de una amplia variedad de actividades artísticas y educativas.
La Casa de la Palma se encuentra en la Calle Marquesa de Esquilache, número 4, en el centro de Motril.