Distancia: 13,49 km
Desnivel positivo: 485 m
Altitud máxima: 1252 m
Duración: 4 horas y 49 minutos
Dificultad: Fácil (no adecuada si sufre de vértigo)
La ruta es una de las más hermosas que se pueden emprender, siendo un sendero muy poco conocido y acompañado casi constantemente por el sonido del agua. Para comenzar, nos dirigimos a Güéjar Sierra y estacionamos cerca de su pabellón deportivo, que se encuentra en la primera calle a la derecha en la entrada del pueblo. Aquí hay una amplia zona de estacionamiento.
Comenzaremos nuestra subida, paseando por las calles del pueblo, observando y fotografiando las innumerables fuentes que nos acompañarán en el camino.
Una vez que lleguemos a la Fuente de los Dieciséis Caños, a nuestra derecha comenzaremos a ver nuestra compañera del día, que es la Acequia de la Solana. La construcción de esta acequia se remonta a principios del siglo XIX y lleva agua desde el río Maitena hasta Güéjar Sierra. Caminaremos a lo largo de ella durante aproximadamente 7 kilómetros. En algunos lugares, está cubierta, lo que facilita seguir el camino, ya que caminamos sobre ella, mientras que en otros está al descubierto, que es el caso la mayor parte del tiempo. Es cierto que debemos ser extremadamente cuidadosos, ya que durante una parte significativa de la ruta, la acequia se encuentra a una considerable altura y una caída podría ser fatal.
Los colores del camino son espectaculares y las vistas son inimaginables. Nos acompañan en el camino diversos árboles como higueras, moreras, castaños, robles, cerezos, encinas y numerosos árboles frutales de los huertos.
Una vez en el Molino de El Coto, debemos cruzar el río para tomar el sendero que va a lo largo de la orilla opuesta. Luego seguimos un camino bien marcado protegido por barandillas de madera.
Dejamos el sendero para descender hacia el río Maitena. Una vez en el área del restaurante, tomamos la vía del tranvía hasta la cola del embalse, desde donde ascendemos de regreso al punto de partida, Güéjar Sierra.
El tranvía de Sierra Nevada fue un proyecto promovido por el Duque de San Pedro de Galantino en 1919, que conectó Granada con Sierra Nevada durante 50 años. Entre todos los tranvías, fue el más emblemático, pionero en ferrocarriles de montaña. Su ruta fue muy accidentada, cruzando más de 20 puentes, túneles abiertos en la roca, recorriendo por el borde de pendientes empinadas. El tranvía pasaba por parajes de Cenes de la Vega, Pinos Genil, Tajo de las Palomas, La Cueva del Diablo, El Púlpito de Canales, La Cueva del Agua, El Túnel de Alcuza, Güéjar Sierra y las estaciones de Maitena y El Charcón. El último viaje del tranvía de Sierra Nevada fue el 19 de enero de 1974.